Es quizás una de las más deslumbrantes maravillas naturales de Brasil. En el estado brasileño de Maranhao existe un gigantesco desierto de dunas blancas conocidas como Lençois Maranhenses. Lo que hace increíble a éste lugar sucede entre los meses de junio y septiembre, cuando las lluvias abundantes comienzan a acumular agua entre los desniveles de las dunas conformando gigantescos estanques de agua verde azulado.
Aunque los lagos permanecen todo el año, es en esos meses cuando están más extensos, ya que luego se vuelven escasos y hasta llegan a secarse por completo. Increíblemente a pesar de ser un desierto, las lluvias pueden alcanzar en un año récord los 1.600mm, casi 300 veces lo que llueve en el Sahara.
Aunque los lagos permanecen todo el año, es en esos meses cuando están más extensos, ya que luego se vuelven escasos y hasta llegan a secarse por completo. Increíblemente a pesar de ser un desierto, las lluvias pueden alcanzar en un año récord los 1.600mm, casi 300 veces lo que llueve en el Sahara.
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